Un adolescente británico inventó un nuevo tipo de
timbre, que en vez de hacer sonar una campanilla, se conecta con el
teléfono móvil del dueño o dueña de casa.
Aunque la idea original de Laurence Rook, el
inventor de 13 años, era que su mamá no se quedara sin poder recibir los
envíos del supermercado o correspondencia certificada, otros
inmediatamente identificaron otra aplicación para el dispositivo: evitar
robos.Si alguien tocara el timbre para ver si la casa está ocupada, el propietario podría responder como si estuviera allí. De hecho el aparato, que se llama Smart Bell ("timbre inteligente", en inglés), simula el típico ruido de estática de los sistemas de comunicación hogareños.
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